Cómo crear un ambiente positivo en el trabajo

jue, 29 de diciembre de 2022
El trabajo puede ser desafiante y estresante, pero no tiene por qué serlo. Si abordas tu trabajo como líder con la actitud adecuada, puede ser divertido y gratificante en lugar de ser algo que simplemente hay que hacer. Hay muchas cosas que puedes hacer para crear un entorno de trabajo positivo para tus compañeros y, en última instancia, mejorar la moral entre ellos también.

Empieza cada día con una sonrisa

Empezar el día con una sonrisa es una de las mejores maneras de ponerse de buen humor. Cuando saludes a tus empleados, ayudarás a establecer el tono de su día y también les darás un impulso de energía. Asegúrate de sonreír cuando entres en tu oficina, porque aunque estés relacionado con el trabajo, esa sonrisa puede tener un impacto significativo en cómo te perciben los demás a lo largo del día.

Cuando veas a otro compañero de trabajo o a un cliente en el transcurso de una jornada laboral normal, intenta siempre establecer un contacto visual con ellos antes de hablar; esto les demuestra que son miembros valiosos de tu equipo y transmite buenas vibraciones a ambas partes. Si los clientes tienen problemas con algo (como hacer un pedido desde cero), intenta ofrecerles ayuda haciéndoles preguntas sobre lo que hay que hacer; al hacerlo, no sólo se transmiten sensaciones positivas, sino que también se evitan malentendidos más adelante que podrían desembocar en demandas judiciales si no se resuelven entre las partes implicadas (lo que obviamente perjudicaría a todos los implicados).

Por último: "¡Diviértete!" -aunque sólo sea internamente- es algo que todos podríamos sacar de estos consejos hoy mismo.

Ayuda a tus compañeros a tener éxito

La mejor manera de crear un entorno de trabajo positivo es ayudar a tus empleados a tener éxito. Hay muchas maneras de hacerlo, como proporcionar recursos y orientación, ofrecer oportunidades de crecimiento aunque no estén en su negocio principal (y viceversa), y ser tú mismo un modelo de éxito.

Proporciona a los empleados las herramientas que necesitan para tener éxito en su trabajo, de modo que no tengan que depender de factores externos como la suerte o la buena fortuna. Esto les permitirá disponer de más tiempo para superarse a sí mismos en lugar de preocuparse por el tiempo que tardan de media en encontrar algo mejor que lo que tienen actualmente en casa o en cualquier otra parte de la vida fuera del horario laboral.

Ayudar a la gente a crecer profesionalmente les ayudará a ser más productivos en general; también les da un incentivo no sólo porque estás ayudando a otra persona, sino también porque siempre hay espacio para mejorar dentro de ti mismo también. Si lo que aprendemos aquí no es suficiente, tal vez la semana que viene, cuando vuelva, tal vez el mes que viene, tal vez algún día más adelante, más adelante todavía... Al final todo se acaba solucionando una vez que hemos hecho suficiente trabajo juntos.
Compañeros de equipo compartiendo buenos momentos en una comida en el trabajo

Elogia y/o recompensa el trabajo duro

Elogia y recompensa el trabajo duro. El reconocimiento es importante para la motivación de los empleados. Trabajar duro significa hacer un trabajo bien hecho, aunque no sea la parte más glamurosa de tu trabajo. Puede que pienses que no va a estar contento con sus tareas y responsabilidades diarias, pero es importante que encuentres formas de hacerlas agradables para que se conviertan en parte de lo que es como empleado, y esto sólo se puede conseguir si hay reconocimiento cuando alguien hace algo bien.

¿Con qué frecuencia deben darse los elogios y las recompensas? Depende del tiempo que le lleve a alguien completar sus tareas cada día o cada semana, según la naturaleza de su función en la empresa. Por ejemplo, si trabajo como ayudante de dirección en McDonalds, probablemente mi jefe me hablará con frecuencia durante mi turno de cosas que necesitan atención, cómo limpiar el desorden de la zona de la oficina o ayudar a los clientes con sus preguntas sobre los platos del menú, etc.; sin embargo, si trabajara en el servicio de atención al cliente, estas cosas más amables ocurrirían con menos frecuencia porque no hay muchas oportunidades para ello durante cada turno; en cambio, el enfoque tiende más a abordar los problemas que surgen después de las horas debido a la mala comunicación entre los empleados antes de la hora de cierre de cada noche.

Ser coherente con los compañeros

Es importante ser coherente en el trato a tus compañeros. Esto puede ser difícil, especialmente si son diferentes entre sí o la misma persona ha hecho algo diferente en el pasado. Pero es importante recordar que tratar a las personas de forma distinta en función de su cargo o posición es tan erróneo como tratarlas de forma diferente en función de su identidad de género o su raza.

No quieres crear un entorno en el que los empleados sientan que no pueden hacer preguntas, sugerencias o comentarios por miedo a ser despedidos o, peor aún, ignorados por la dirección. La mejor manera de evitar este problema es simplemente ser sincero sobre el tipo de trato que esperas de todos en el trabajo; luego, mantén esas reglas de forma coherente, independientemente de quién haga qué durante cada turno diario.

Animar a compañeros, ayudarse mutuamente y colaborar

Animar a los miembros de tu equipo a colaborar con otros departamentos y equipos es una gran manera de que aprendan nuevas habilidades, aumenten su base de conocimientos y hagan conexiones dentro de la empresa. También te ayuda a mantenerte organizado como gerente porque significa que hay menos tiempo dedicado a las tareas individuales relacionadas con la gestión del progreso de cada empleado en su función dentro de la organización.

Es importante recordar que el sentimiento en el trabajo depende sobre todo de ti como jefe o gerente, especialmente en las empresas pequeñas con equipos muy unidos. Y aunque es cierto que algunos jefes tienen malas relaciones con sus empleados, la mayoría de las personas que tienen lugares de trabajo felices simplemente son amables con sus compañeros. La clave es tratarlos como a una familia y actuar en consecuencia.